- MODELOS DE IMBÉCILES:
* El que cree que no quiere nada… todo le da igual… vive
en un perpetuo bostezo.
* El que cree que lo quiere todo… todo a la vez… una
cosa y su contraria…
* El que no sabe lo que quiere ni se molesta en
averiguarlo… imita a los demás
*El que sabe que quiere y sabe lo que quiere y, más
o menos, sabe por qué lo quiere pero lo quiere flojito, con miedo o con poca
fuerza… termina haciendo lo que no quiere y dejando lo que quiere para mañana…
*El que quiere con fuerza y ferocidad… pero se ha
engañado a sí mismo… se despista y termina confundiendo la buena vida con aquello
que va a hacerle polvo.
- Lo contrario de ser moralmente imbécil es tener conciencia.
La conciencia que nos curará de la
imbecilidad moral consiste en:
*Saber que no todo da igual… queremos
vivir humanamente bien.
*Fijarnos en si lo que hacemos
corresponde a lo que de veras queremos o no.
*A base de prácticas, ir desarrollando
el buen gusto moral, de tal modo que haya ciertas cosas que nos repugne
espontáneamente hacer…
*Renunciar a buscar coartadas que
disimulen que somos libres y por tanto razonablemente responsables.
-Lo que llamamos “malo” está mal porque no le deja a uno
vivir la buena vida que queremos. Resulta, pues, que hay que evitar el
mal por una especie de egoísmo: ¿a quién se considera, por lo general, egoísta?
Se llama “egoísta” a quien sólo piensa en sí mismo y no se
preocupa por los demás, hasta el punto de fastidiar
tranquilamente si con ello obtiene algún beneficio.
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